IL GIARDINO
DEL MAGO
El Jardín del Mago es un proyecto
que nace de la realización de nuevas obras de Enzo Trepiccione. La filosofía
del Jardín se plasma a través de dos ingredientes fundamentales: la creatividad
y la ilusión.
Para interpretar este Jardín
Mágico los colores y los símbolos son esenciales. El azul, el rojo y el
amarillo son colores del Mediterráneo al que pertenece Enzo Trepiccione; la
casa, la flor y el pez son símbolos que el artista toma de su peregrinaje continuo.
El Jardín del Mago se transforma
en un amplio escenario que abraza todo el Mediterráneo construyendo proyectos e
ilusiones artísticas. La puerta fantástica del Jardín se abre a todos los que
quieran pertenecer a esta filosofía de vida. Ahora bien, es necesario un
esfuerzo de fantasía e imaginación fiabesca para dar savia al Jardín mágico
creado por Trepiccione.
IL GIARDINO DEL MAGO
È UN PROGETTO CHE NASCE DALLA REALIZZAZIONE DI OPERE NUOVE DI ENZO
TREPICCIONE. LA FILOSOFIA DEL GIARDINO
SI PLASMA ATTRAVERSO DUE INGREDIENTI FONDAMENTALI: CREATIVITÂ E
ILLUSIONE.
I COLORI E I SIMBOLI SONO ESSENZIALI PER INTERPRETARE QUESTO
GIARDINO MAGICO.
L’AZZURRO IL ROSSO IL GIALLO, SONO I COLORI DEL MEDIRERRANEO
A CUI ENZO TREPICCIONE ATTINGE, LA CASA IL FIORE, IL PESCE SONO I SIMBOLI CHE
L’ARTISTA COGLIE NEL SUO PEREGRINARE CONTINUO.
IL GIARDINO DEL MAGO SI TRASFORMA IN UN AMPIO SCENARIO CHE
ABBRACCIA TUTTO IL MEDITERRANEO COSTRUENDO PROGETTI E ILLUSIONI ARTISTICHE.
LA PORTA FAVOLOSA DEL
GIARDINO È APERTA A TUTTI COLORO CHE NE FARANNO UNA FILOSOFIA DI VITA. UNO
SFORZO DI FANTASIA E IMMAGINAZIONI
FIABESCHE È RICHIESTO PER DARE LINFA AL FIABESCO GIARDINO CREATO DA TREPICCIONE
Valeriano Venneri
La conjunción
expresiva del color y la formas ENZO
TREPICCIONE
Podemos observar al contemplar la
obra de Enzo Trepiccione, que la materia pictórica se independiza
clarísimamente de los objetos a los que pertenece para constituir un nuovo concepto
de interpretacíon de la realidad. Es por ello que el color surge como pura
expresión, de tal manera que podemos encuadrar sus imágines dentro del más puro
arte primitivo, con la consiguinte carga poética que, rayando en lo ingenuo,
nos acerca hacia la pureza del arte y a su concepto más primigenio, más
auténtico. Formalmente, se desenvuolve dentro de un entramado figurativo de
configuraciones esquemáticas con inusitada frescura, utilizando colores cuya
pureza de tonos primarios, jugando con los complementarios, hacen que sus
estructuras compositivas posean un lenguaje propio lleno de simbolismos que
resultan, en su caso, casi obsesivos por la gran carga de añoranzas que aluden
a parísos perdidos a sueños reencontrados, a nostalgias reafirmadas.
Es pues su pintura, directa, sin
trampas ni ocultaciones metafóricas. las flores, las casas, los siños a modo de
grafismos que van llenando las telas a modo de mosaicos coloristas, nos remiten
a los siños que el tiempo ha borrado de nuestra memoria, pero que Enzo ha recuperado
para nuestro deleite ya que, con ellos, hemos recuperado parte de nuestro
pasado, el más humano y sensible, el de nuestra niñez.
Podemos pues concludir diciendo
que es una obra muy interesante, llena de inspiraciones plástica, por la que se
hace patente el poder de la realidad sensorial
asumida desde experiencias pictóricas y cuyo alcance artístico supone la
revelación contundente de un mundo desbordado de vibrante frescura y lozanía
estética.
Maria Luisa Pérez Rodríguez , 2012
T.U. de la Facultad de Bellas Artes de Valencia